jueves, 4 de marzo de 2010

La idea de naturaleza entre la Edad Media y el Renacimiento

El concepto de naturaleza

En el siglo XV el arte modela de manera cada vez más plástica la figura humana y construye alrededor de ella un paisaje cada vez menos escuálido y esquemático, cada vez más rico y alegre.

La primera tendencia de los humanistas es reconocer neoplatónicamente en la naturaleza y en sus criaturas la revelación de la sabiduría y de la belleza de Dios. Surge la concepción animista: el hombre puebla la naturaleza de genios y demonios, que el hombre tiene la ilusión de poder conocer y dominar a través de las ciencias ocultas, provenientes éstas últimas de diversas tradiciones medievales; una destacada vertiente de tales ciencias es el panteísmo que concibe la naturaleza como un gran cuerpo animado de Dios. Esta perspectiva prevalece hasta el siglo XVI.

Garantizada la autonomía de la naturaleza, ésta aparece como digna de ser estudiada, no sólo panorámicamente, sino también en sus estructuras particulares. Concurren conocimientos técnicos, que el hombre del renacimiento se siente autorizado a valorar justamente por su interpretación operativa, no contemplativa.

Interés en las estructuras particulares de la naturaleza

El centrar la investigación naturalista en problemas particulares y concretos, más que en teorías generales, se debe sobre todo a la insistencia con la cual la nueva sociedad requiere a sus hombres mejor preparados para que le aporten medios de producción cada vez más eficientes, o sea, para que la ayuden a dar pasos cada vez más rápidos por el camino del progreso.

Esta atmósfera de general renovación, esta continua búsqueda por incrementar el poder del hombre sobre la naturaleza, es lo que pone fin decididamente al antiguo divorcio entre teoría y práctica, entre ciencia y técnica.

Las investigaciones individuales sacan a la luz la importancia de la matemática para el estudio de la experiencia. Nada resulta más idóneo que las líneas y los números para formular esquemas precisos de cada fenómeno, para establecer con exactitud sus efectivas relaciones. La matemática adquiere el significado de instrumento indispensable para leer y penetrar el gran libro de la naturaleza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario